Uso de la evidencia en la política pública
Lecciones de las Semanas de la Evidencia
La Semana de la Evidencia es apoyada por el Think Tank Initiative y la Embajada de Gran Bretaña en el Perú.
Este año la Semana de la Evidencia llega a toda Latinoamérica entre el 22 y 26 de octubre con el propósito de compartir lecciones y maximizar nuestra capacidad de aprendizaje colectivo. Mientras tanto, comparto algunas lecciones y avances de semanas pasadas para reflexionar:
1. El uso de la evidencia en el gobierno
Los gobiernos de la región han logrado avances significativos respecto al uso de evidencia en la política pública. En el Perú, el establecimiento de unidades de generación de evidencia, seguimiento y evaluación de distintos ministerios (por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social), y el Presupuesto por Resultados promovido por el Ministerio de Economía y Finanzas se han constituido en verdaderos motores para la generación y utilización de evidencia. Pero la capacidad para utilizar evidencia para la toma de decisiones es aún limitada.
Existen serias deficiencias en la capacidad para acceder al conocimiento más reciente y en su análisis para la toma de decisiones informada.
Además, existen islas de excelencia en ciertos ministerios, instituciones y direcciones. La capacidad para usar la evidencia todavía no se ha generalizado.
2. Los partidos políticos y la evidencia
Algunas de las dificultades para promover el uso de la evidencia en el gobierno se originan en los mismos partidos políticos y sus debilidades programáticas. Algunos think tanks en Latinoamérica han desarrollado una herramienta que ya ha sido aplicada en varios países y que tiene como objetivo informar los procesos electorales y fortalecer a los partidos.
En algunos países la relación es potencialmente virtuosa. Los partidos y think tanks chilenos tienen una relación estrecha. En Argentina, el gobierno de Macri se alimentó de un par de think tanks -al punto que perdieron buena parte de su plana "senior".
Pero en otros, como en el Perú, la relación es aún muy pobre. Existe poca confianza entre la política y la tecnocracia.
3. El uso de la evidencia en los medios
Recientemente, algunos medios han invertido en esfuerzos por promover el uso de la evidencia. La revista Poder organiza, desde el 2013, al Premio Poder al Think Tank del Año que busca celebrar el trabajo de los centros de investigación peruanos. La Mula, un medio digital, ha lanzado un portal, Saber es Poder, que ofrece a investigadores la oportunidad de publicar artículos de opinión o resúmenes de sus investigaciones directamente. Medios especializados como Semana Económica también publican columnas de investigadores.
4. La generación de evidencia para las políticas públicas
La producción de evidencia es fundamental para reducir la brecha de conocimiento, pero enfrenta muchos retos. Primero, la capacidad de investigación y producción es aún limitada. Segundo, las agendas de investigación reflejan la centralización del estado y del financiamiento; esto resulta en zonas y temas sobre los cuales se genera muy poca evidencia. Finalmente, la brecha en capacidad y producción entre la capital y las regiones es dramática y una clara barrera al desarrollo inclusivo.
5. Financiamiento de la investigación
A diferencia de lo que podría esperarse, no faltan fondos para la investigación. En el Perú, nada más, hay cientos de millones de soles reservados para las universidades públicas provenientes del canon minero o en programas como Servicios por Impuestos o iniciativas de responsabilidad social empresarial que pudiesen aprovecharse para invertir en capacidades sub-naciones de investigación.
La Semana de la Evidencia 201 (22-26 octubre) es una oportunidad para que todos participemos de esta discusión.
[Nota: una versión de este artículo fue publicado por el BID en el 2017]